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En el 2012 y con 30 años de edad, Isaac Correa González llegó a Carmen procedente del ejido Zapotal, municipio de Huimanguillo, Tabasco. Convencido de mejorar la calidad de vida de su familia, debido a que el campo era cada vez más difícil y menos redituable, se propuso como muchos, conseguir un "jugoso" contrato de ayudante general en la Sonda de Campeche.
Tres años después viviría uno de los acontecimientos más temidos por los obreros en alta mar: una explosión e incendio en la plataforma Abkatún Alfa la madrugada del miércoles primero de abril que lo mantiene, hasta hoy, en calidad de desaparecido.
La historia de Isaac es la de muchos hombres y mujeres que abandonan sus pueblos para probar suerte en la industria petrolera, el sueño del sureste contado muchas veces por los propios vecinos que han anticipado su partida de las polvorientas calles, a quienes se les ve cada quince días.
Alguna de esas historias impulsó al joven tabasqueño y lo llevó a concretar un trabajo en plataformas en el año 2013; seis meses después ingresó como maniobrista a la compañía Cotemar, y desde entonces, no le faltó sustento.
"En esa época teníamos conocidos que le echaron la mano poco a poco hasta que logró subir. Le salió algo caro porque pagó la libreta de mar, cursos y los viajes a Ciudad del Carmen, de dos a tres días o hasta una semana. No fue fácil", relató Omel Correa González, hermano de Isaac.
Omel de 26 años, que al igual que Isaac labora en la industria petrolera, describió a su hermano como una persona tranquila, de pocos problemas y siempre apoyando a su madre en la venta de palomitas y chicharrones.
Isaac se casó hace cuatro años con su novia Jenni Beatríz Jiménez Córdoba. Él, tenía 29 años y ella 19. A los 12 meses procrearon a su primogénita y según su hermano, fue aquella situación la que lo animó a salir del pueblo.
"La última vez que lo vi fue el miércoles 11 de marzo, antes de que me fuera a trabajar a Hidalgo. Recuerdo que platicamos de muchas cosas, me dijo que quería poner un negocio. Cuatro días después salió del ejido para ir a Carmen y nadie lo ha visto desde entonces".
El obrero no localizado se despidió como acostumbraba de Lorenzo Correa y Carmela González, sus padres y mentores en la difícil vida de las hortalizas y la siembra. Desde que se casó se fue a vivir con "Jenni" a 500 metros del barrio que lo vio crecer, pero nunca dejó de frecuentar el terruño.
La noticia
El miércoles primero de abril "Jenni" sintió un presagio que la apartó de los quehaceres cotidianos. Pensó en su esposo que no había llamado y fue entonces cuando recibió un aviso urgente desde las oficinas de Cotemar en Ciudad del Carmen.
La única información que tiene la familia y la esposa del obrero, es que es uno de los obreros no localizados. No está en ninguna de las listas oficiales, no apareció entre los heridos, tampoco entre los muertos, ni los rescatados y los funcionarios de PEMEX ni siquiera mencionan su nombre.
Lo que la familia pudo investigar con otros compañeros de trabajo de Isaac es algo que obliga a PEMEX y Cotemar a dar una explicación contundente: el obrero había terminado la jornada de 14 días pero la empresa lo retuvo por más tiempo y lo envió de una plataforma no especificada a la Abkatún Alfa para realizar trabajos que urgían a la paraestatal.
"Un amigo de Isaac se comunicó con Jenni para informarle que a mi hermano lo enviaron a la plataforma Abkatún Alfa como ayudante de un eléctrico, a pesar de que no es su especialidad y su jornada había concluido. ¿Qué hacía mi hermano como ayudante de un eléctrico si él es maniobrista? ¿Puede alguna autoridad explicar eso?" cuestionó.
Jenni se encuentra hospedada en esta ciudad en un hotel de lujo en compañía de su padre, Félix Jiménez, también campesino. Desde el primero de abril Cotemar no les permiten tener contacto con el exterior a menos de que sea bajo la supervisión del personal de la empresa.
El nombre de Isaac Correa González, no ha sido oficializado por las autoridades en tanto que su esposa lleva cinco días encerrada en el hotel y la familia en la Quinta Sección del Zapotal no ha dormido bien por la desesperación.
"A mi hermano, donde quiera que esté le digo que aquí lo esperamos con los brazos abiertos, aquí en las calles de la Quinta Sección del ejido Zapotal donde crecimos".
Fuente: http://www.agenciasien.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=19751:trabajador-desaparecido&catid=2:lo-nuestro&Itemid=3
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